Vida de un lápiz
Me gusta pensar que todo comienza con un trazo de lápiz negro. Esas ideas de las que no estamos seguros, esos bocetos rápidos para evitar que se nos escape un concepto, la primera vez que escribimos nuestro propio nombre en un cuaderno del primario.
Siempre me compro los mismos lápices. Me gustan los Staedler tradition con su rojo y negro característico. Aunque por alguna razón prefiero usar esos que están a medias, que no se bien de dónde salieron, que tienen la marca borroneada y quizás algún rasguño.
El libro de esta edición trata sobre eso, sobre la vida de los lápices, como pasan de mano en mano y escriben de acuerdo al dueño del momento. Un mismo lápiz puede dibujar el mapa necesario para escaparse de una prisión, una carta de amor, un plano de reforma, un retrato digno de una galería de arte. Retratos de personas que no existen, retratos de la idea que te podes hacer de alguien por cómo deja su habitación de hotel.
De la mano de Martina Trach y Nicolás Schuff, esta historia es una de esas cuyo punto final resulta siempre un nuevo punto de partida. Un relato de las casualidades, de todo eso que no importa tanto, de lo que pasa desapercibido mientras estamos preocupados por otras cosas.
El secreto para una buena vida
En el último newsletter de Austin Kleon me encontré con este extenso y divertido tratado sobre los lápices pero lo que más me llamó la atención fue esta obra de Bob y Roberta Smith. Me sensibilizó mucho pensar en que el arte es encontrar tu propia voz y tener la confianza suficiente de usarla. Pero al fin y al cabo el secreto para tener una buena vida parece ser mas simple de lo que todos creemos: un buen lápiz 2B para arriba.
Yo no tenía idea de las gradaciones de los lápices hasta que llegué a una clase de Representación Sistemática en la Facultad. Resulta ser que dependiendo de qué tan suave o dura es la mina del lápiz, la marca que hace. Por supuesto que todas mis láminas borroneadas de 3B eran espantosas pero ese fue el momento exacto en que me di cuanta que los lápices duros no me gustaban.
Parsimonia’s shop
Si Parsimonia tuviese un local creo que se pareceria mucho al de Mr. Boddington (soñar no cuesta nada). Necesito absolutamente todo lo que venden: las plumas, las tarjetas, las cajas, las estampillas y por sobre todo los lápices. Lo conocí por un video de Frannerd, y me dio gracia que ella lo compare con un candy store. Es literalmente un kiosco para una nena de 3 años que ahora tiene 30.
Mi local soñado también se parecería a Present & Correct, pero está claro que el minimalismo que maneja el emprendimiento londinense no se ajusta tanto a mi estilo mira-que-cantidad-de-cosas-hermosas-y-poco-útiles-que-tiene-esta-chica-a-la-venta. Ahora bien, checkeame esta colección de tipografías en lápices que tienen (si entrás en el link hay muchos más). El paraíso.
La ilus foto de esta semana
Una colección de lápices de todas las épocas. Algunos míos, otros heredados. Una mención especial al último, ¿viste esa miniatura de la revista Time?
En qué ando
Leyendo. Las olas de Ángel Gargiulo por El gato y la caja. En realidad lo estoy releyendo, me parece una herramienta súper útil para entender mis propias emociones.
Escuchando. The divine feminine por Mac Miller. Ideal para cuando queres algo tranqui pero tampoco tan tranqui.
Viendo. La tercera temporada de The Bear. Que serión. Amo como manejan el conflicto, es como ver un camión en bajada y sin frenos. Lo incandescente de la construcción y la destrucción al mismo tiempo.
Hasta la próxima
Buenas buenas, ¿cómo estás? ¿cómo te trata el invierno?
Yo estoy terminando este mail después de un largo baño de inmersión en el que me miré un video de 40 minutos de cómo hacer una automatización para integrar Notion (una herramienta en la que podes hacer casi todo pero es más o menos un word con esteroides) con Webflow (sirve para construir sitios sin necesidad de escribir código). Es que me quedé sin Bridgerton y el vacío inmenso que generó en mí la falta de vestidos de colores hizo que se me ocurra la idea de juntar todos los envíos de Parsimonia en un solo sitio. Supongo que en un par de entregas te voy a poder mostrar como queda. Por ahora un acertijo que solo a mí se me entusiasma resolver.
El finde pasado viajamos hasta el pueblo en el que crecí por el cumpleaños de mi papá. El último viaje a Misiones de mi primer autito. Axel lo relató de una manera conmovedora en Observando. Creo que una de las cosas que más me gusta de escribir estos newsletters es poder dejar registro de estas experiencias y poder compartirlo con vos también.
Un abrazo inmenso. Gracias por dedicarme un ratito de tu día. Es un regalo que no pasa desapercibido,
Maca
Qué antojo tus recomendados! Y esos lápices 🤤🤤 Gracias Maca!